El dúo de Brighton deja un EP de 5 canciones con hermosísimas y edulcoradas letras que adolecen de lo mismo: suenan todas iguales y has escuchado millones de canciones iguales. Si bien la voz de Harry Drapper es adecuadamente armoniosa y la guitarra de Jack Seldman acompaña adecuadamente y no produce sueño en ningún momento, la intrascendencia general del trabajo supera todo lo bueno que éste puede tener.
Hay millones de opciones como Seafret en el mundo de la música, y si bien, no todas son mejores, se pierden en la nube de lo común y tan conocido que lo hacen fácilmente olvidable.
Además, tanta angustia azucarada produce glicemia.