La norteamericana nos presenta su última creación, un EP de 5 canciones que solo en 18 minutos nos muestra de lo que es capaz: un pop no edulcorado dirigido siempre en tercera persona con estribillos pegadizos y letras nada sosas.
Ya en el primer tema - "Let Them Eat Cake" - se muestra fresca y distendida, dejando un mensaje de "que digan lo que quieran".
Así de distendido y, a veces, irreverente, son los otros temas que componen el EP. Hablan de amores, rupturas y todo lo que usualmente habla la música pop, pero con buen gusto y cuidado en la producción.
No sé qué puede suceder con Fleurie en el futuro, pero entre tanta tonta pegando alaridos sin sentido por ahí, ella, al menos, sabe cantar muy bien. No es poco.